Los suelos de caucho EPDM son visualmente atractivos, pero su nombre suena más a un código secreto que a algo que pisarías con confianza. ¿Qué son en realidad? ¿Un montón de piedras pegadas al suelo? ¿Una especie de plastilina granulada digna de un video ASMR? ¿O acaso son esas baldosas de caucho que vemos en los gimnasios? (Spoiler: no son ninguna de esas cosas… o tal vez un poco de todas)
¿Qué significa EPDM?
Su nombre suena complicado, pero viene del inglés: Monómero de Etileno Propileno Dieno (sí, todo eso para decir “EPDM”). Se trata de un caucho sintético que se puede fabricar en una amplia gama de colores.
Pero, ¿qué lo hace especial?
El piso de caucho EPDM proporciona una superficie antigolpes que se destaca por su resistencia al desgaste, al tránsito constante y a las condiciones climáticas más exigentes, como la radiación UV, el ozono y las temperaturas extremas.
Esto lo convierte en una opción confiable para espacios al aire libre. Su principal cualidad es su superficie segura y amortiguadora, disminuyendo el riesgo de lesiones en las plazas urbanas. El mantenimiento es mínimo, lo que lo hace especialmente práctico en áreas de alto uso.
Otra gran ventaja es su versatilidad: puede colocarse en plazas, pistas deportivas, gimnasios y más. Ayuda a reducir el ruido, clave en entornos urbanos o residenciales, y se puede personalizar con colores y diseños para mejorar la experiencia sensorial del lugar.
Piso de caucho EPDM: drenante
Al estar hecho de caucho granulado, el suelo es 100 % permeable. Drena el agua por completo, evitando charcos en el área de juegos. El agua se drena libremente gracias a la preparación previa a la instalación.
Mirá el video de caucho in situ drenante (link) (o subir el video en la nota si se puede)
Ahora que conocés todos los beneficios del caucho EPDM… ¿te imaginás tenerlo en el patio de tu escuela o barrio?
Una de las preguntas más frecuentes que recibimos es sobre el mantenimiento y los cuidados de las áreas de juego.
Los niños y niñas tienen una conexión especial con los colores, a menudo los valoran más que los propios dibujos o figuras.